Expediente: Liang Sek

Liang Sek

• Nada de apodos para mí • 24 años • Chino • Nivel III • Suke •

Descripción Física

Este tipo de cosas son molestas cuando es más fácil pedir una foto.

Tengo las típicas características de gente proveniente de mi país. Ojos rasgados y finos, tan oscuros como el propio abismo, pobladas pestañas y labios que perderían su magia al ser detallados. Claro, soy mucho más expresivo, facialmente hablando, que la mayoría. No tengo anda que ocultar, por lo tanto, todo lo demuestro con mis expresiones, modo de hablar en incluso gestos leves.

Mido aproximadamente un metro con setenta y tres centímetros y como mucho debería estar pesando unos cincuenta o cincuenta y cinco kilogramos. Supongo que está bien para alguien que se mantiene en movimiento constante. Por esta misma razón mi cuerpo es bastante delgado y no posee gran musculatura. Debo presumir que mi imagen puede engañar y que soy definitivamente más fuerte de lo que aparento, si no fuera así, no estaría en prisión ni hubiese cometido tantas “fechorías” en el exterior

Veamos… mi piel es blanca como el marfil, en parte debido a mi leve enfermedad. Mi cabello es negro azabache y en cuanto al largo… se puede decir que llega hasta mi cintura, quizás un poco más abajo.

Dedos largos con uñas bien cuidadas.

En cuanto a las prendas de vestir, suelo usar ropas tradicionales de mi país, me gusta la cultura antigua que aún se conserva en pueblos como el mío, por eso mismo las uso. Claro que en cuanto a ropa moderno no tengo favoritos, mientras se me vea bien poco importa que sea.

No creo que sea necesario entrar en más detalles, debería bastar con estos y si tienen dudas, tengo una vida completa acá dentro, seguro me encontraran entre los pasillos.

Descripción psicológica

Uff… Si yo entendiera este tipo de cosas, tal vez no estaría aquí, ¿No creen?

Se puede decir que soy un joven bastante normal, converso cuando quiero, dejo de hacerlo cuando me aburro. No soy alguien bipolar ni anda parecido, por el contrario, mi comportamiento suele ser sereno y sin malas intenciones, de esas ni tengo. No soy calculador ni un maniaco depresivo aunque es cierto que puedo obsesionarme de algo muy rápido, al punto de querer hacerlo mío incluso pisando a otros.

A veces soy mentiroso y cínico pero depende mucho de con quién o de que se trate. No tengo esperanzas en salir ni me fugaría. Soy un pecador, seguidor de la pereza. Si no he sufrido un alza de azúcar, es seguro que estaré tirado en algún lugar, divagando sobre las condiciones de este agujero.

Como se debería saber, no poseo fuertes trastornos que expliquen mis acciones, no hay nada psicológico que este “mal” o “atrofiado”, no puedo culpar a la depresión o a la paranoia, no lo poseo. Soy sano mental, por decirlo de alguna manera, sólo me dejo llevar por mis propias ideas o metas.

No extraño a las personas porque no es un sentimiento que conozca, así como tampoco soy de quienes se arrepienten o recapacitan de algo. Hay ocasiones en las que puedo ser altanero pero siempre tengo de que afirmarme y motivos reales, no ficticios.

Bleh… poco me importa lo que la gente haga o diga pero siempre hay quienes despiertan mi interés. No puedo dar más descripciones propias. Primero, se me sube el ego. Segundo, me aburre esto.

Historia

Quizás se debía a la tranquilidad que existía en aquel lugar o simplemente soy un malnacido más en este mundo.

Nací y viví por muchos años en la Prefectura Autónoma Aba Tibetana Qiang en la provincia de Sichuan, muy cerca del valle de las 9 aldeas, Jiuzhaigou. Un poblado hermoso y con altos índices de turismo debido a ese hermoso valle. Digno de contemplar aunque sea una vez en la vida. Desde que niño vi a muchos extranjeros recorrer el poblado, llenos de risas y sin entender realmente que decían. A medida que el tiempo transcurría yo pasaba del asombro a la monotonía, finalmente siendo presa del ocio. Hasta este punto, nada fuera de lo común. El 20% de los jóvenes suele irse del pueblo en busca de otra vida, yo no sería la excepción al caso.

Desde siempre he tenido una adicción algo rara. El color rojo. Siento que es un color tan perfecto que es difícil de interpretar. Siempre que podía comparaba cada tonalidad rojiza que se cruzara en mi camino, como si de un juego se tratara, buscaba con ansias ese tono que mantuviera mi alma en calma. La mayoría del tiempo era inquieto cuando se metía en mi cabeza esa búsqueda, el resto, parecía una muñequita que no se movía si su madre no lo decía. Cierto, no les he hablado de ella. Una mujer de esfuerzos, mi padre nos dejo cuando tenía un año y ella debió hacerse cargo de mi, sola. Su familia la había tirado como a un perro años antes y entre la desesperación de la soledad y pobreza, mi padre fue la única opción que tuvo. Vivíamos del turismo y de la artesanía. Ella siempre fue muy ágil con las manos y poseía un carisma especial. De mi padre nada sé y poco me importa.

Mi ritmo de vida transcurrió con tranquilidad hasta que cumplí los quince años; descubrí que el tono que rojo que yo buscaba estaba tan a mi alcance como los caramelos. La quietud de nuestro pueblo se quebró cuando un agricultor asesino a su esposa. El cuerpo se encontraba lleno de cortes, sentado frente a la casa. Mi corazón latía arduo con solo ver el carmesí que brotaba de las heridas y decoraba su estropeada piel. Ese hombre loco fue mi inspiración y mi primera víctima, tan excitado estaba que no pude esperar mucho tiempo. El pueblo buscaba al campesino para arrestarlo, yo para arrebatarle lo que sería mi tesoro. Aun puedo oír sus gritos pidiendo piedad, siendo detenido por para puñalada que le proporcionaba. La sangre brotaba por todas partes, era una sensación casi tan Buena como la de un orgasmo. Lo disfruté tanto que quise más.

Al contrario de mucho reos, no fui de quienes planeo las cosas, las hacia conforme pasaba el tiempo. Salí de mi pueblo en busca de más presas, la sangre de las personas tiene leves diferencia en cuanto al tono y sólo yo podía notarlas. Podemos decir que me fue bien los primeros años, las primeras cinco víctimas fueron las más seguidas, luego lo hacía cada vez que me entraban ansias de ver ese tono carmesí. Después de un tiempo, dejé de asesinar por esa obsesión, lo hacía por mero gusto o incluso por ocio. Era más frecuente esa última opción. Si estaba aburrido, sin nada más que hacer, asesinaba. Quizás ese fue el motivo por el que tardaron años en dar conmigo, no era constante ni tenía un tipo de victimas que buscar, no existía una tendencia fija ni huellas del criminal. Gracias a mi físico, los pocos testigos que existieron hablaron de una mujer de cabellera larga. Pff, como si una mujer pudiese comparárseme.

El que dieran conmigo, que me trajera a este agujero y que me encerraran por una cantidad de años más larga que mi expectativa de vida me tiene sin cuidado. No me arrepiento de mis crímenes ni planeo disculparme con el alma de esas 25 o 30 personas. Creo que a estas alturas esta demás mencionar que soy eso a lo que la gente llama “asesino en serie”. Según yo, no soy más que un simple sujeto con gustos excéntricos.

Extras

Gustos: Obviamente me gusta el color rojo, por lo tanto, muchas de las cosas que tienen de este color suelen ser de mi agrado o solo parte de un gusto pasajero. Los caramelos y cualquier platillo dulce, además de la carne a punto son de esos gustos irremplazables. Disfruto de momentos de soledad y en ocasiones de la compañía, obviamente, y como muchos, me deleito con buen sexo. La sangre en particular se volvió uno de mis más grandes gustos, claro que la ajena, por alguna razón la mía no me complace de la misma manera. Lo demás, cosas sin valor.

Disgustos: Uhm… que será… No me gusta… ¿Qué jalen mi cabello?... esto es complicado… supongo que no me gusta la monotonía ni las personas aburridas. No me agrada quienes tratan de pasar sobre mi ni quienes creen que pueden obtener algo sin ofrecerme alguno cosa a cambio. ¿Lo perros?... ¿O eran los gatos?... Bueno, ya sabrás, quizás cuando algo venga a mi mente te lo cuente.

Objetos personales: Llevo un broche algo excéntrico en el cabello, regalo de mi madre, hecho por ella, claro. Algo más… creo que sólo bellos recuerdos, todo lo demás me lo quitaron al entrar. ¿De verdad crees que esto es un hotel?

Algo más para agregar… Mi examen médico arrojó que padezco de sadismo, que difícil de creer, ¿No? Tengo enterado que es una característica propia de todo tipo de asesino. Además de eso, anemia sin tratar, nada de qué preocuparse, según yo.

Físico

• Nombre del Anime/Manga/Videojuego del que procede: Original, Creador: Xuedaixun
• Nombre real: Original
• Imagen:

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